Benjamín Vicuña Mackenna fue una persona multifacética: historiador, político liberal, periodista, intendente, parlamentario, candidato a la Presidencia de la República, viajero, literato, crítico y bombero. Durante su vida, luchó por las libertades cívicas y el progreso del país.
En parte de su Casa Quinta se encuentra hoy el Museo Benjamín Vicuña Mackenna, que alberga gran parte de su obra bibliográfica, junto a una colección de objetos únicos que le pertenecieron a él y a su familia: pinturas, esculturas, muebles, manuscritos, fotografías, vestimentas y utensilios de uso doméstico.
Nació en Santiago el 25 de agosto de 1831. Descendiente de importantes miembros de la elite nacional, como su abuelo materno Juan Mackenna O´Reilly, general del Ejército en la independencia chilena, y su abuelo paterno, Francisco Ramón Vicuña Larraín, Presidente de la República (interino) entre julio y octubre de1829. Se casó con su prima Victoria Subercaseaux, con quien tuvo ocho hijos.
Ingresó joven a la política. A los 19 años fue secretario de la Sociedad de La Igualdad, creada en 1850 con el fin de integrar a los artesanos dentro del proyecto político liberal.
Junto con Santiago Arcos, Francisco Bilbao y sectores populares, participó activamente en la Guerra Civil de 1851, que los liberales lucharon contra el poder conservador. Fue encarcelado por su intervención en el levantamiento del 20 de abril de ese año, conocido como el Motín de Urriola. Vestido de mujer, escapó y huyó del país.
Durante su huida, recorrió México, Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Irlanda, Francia y Argentina. En esta travesía se entrevistó con destacados personajes como Claudio Gay, Alexander Humboldt, los intelectuales y políticos argentinos Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento y plasmó su experiencia en su Diario de tres años de viajes.
En 1855 regresó a Chile gracias a Ley de Amnistía, y junto a otros liberales se opuso al gobierno de Manuel Montt a través de manifestaciones públicas y desde la tribuna que tenía en el periódico La Asamblea Constituyente. Producto de ello, fue arrestado nuevamente en 1858 y desterrado un año después a Inglaterra.
En Europa recopiló archivos documentales que le sirvieron para elaborar sus numerosas obras historiográficas.
En 1861 desafió su prohibición de retornar a Chile, y se reintegró a la vida política y social del país, gracias al arribo a la presidencia del liberal José Joaquín Pérez.
Fue diputado y senador en distintos períodos entre 1864 a 1885. A lo largo de esta trayectoria integró las comisiones de Gobierno, Relaciones Exteriores, Educación y Beneficencia.
La llamada Guerra contra España, luego de la intervención de ese país en Perú (1864) y Chile (1865), despertó en Benjamín Vicuña Mackenna la solidaridad americana. Fue enviado por el gobierno a una misión diplomática secreta en Estados Unidos (1865). Se detuvo en Perú y Panamá donde desarrolló una activa labor de propaganda.
En Nueva York organizó diversas manifestaciones, adquirió barcos y armas para la escuadra nacional hizo campaña por la independencia de Cuba y Puerto Rico. Creó La voz de América, periódico destinado a fomentar el apoyo norteamericano a la causa independentista de esos países (Orrego, 1939: pp. 127-128).
La intervención de España llevó a varios personajes ilustrados de Chile a formar la Sociedad de la Unión Americana, de la cual Vicuña Mackenna fue fundador.
En 1872 fue nombrado Intendente de Santiago por el Presidente Federico Errázuriz Zañartu. Su esfuerzo se centró en modernizar la ciudad y transformarla en el "París de América". Para ello propuso 20 medidas, destacando el Paseo del cerro Santa Lucía.
Vicuña Mackenna dimitió al cargo para ser el candidato a la Presidencia del nuevo Partido Liberal Democrático. Presentó su programa en un Manifiesto, proponiendo entre otras medidas, abolir los fueros eclesiástico y civil, democratizar al país restringiendo algunas facultades del Ejecutivo y promover la descentralización política y administrativa. Empezó una gira electoral en las provincias del sur, conocida como "La Campaña de los Pueblos".
Esta fue la primera campaña chilena que se alejó de los salones aristocráticos y oligárquicos e integró a la clase media y a los sectores populares a través de un viaje al sur, que Vicuña Mackenna realizó en tren, y luego plasmó en el libro El viaje del señor Benjamín Vicuña Mackenna a las provincias del sur.
Su candidatura provocó mucho entusiasmo en el pueblo, sin embargo renunció antes de los comicios, debido a la intervención del gobierno liberal de Federico Errázuriz. En la contienda ganó las elecciones el candidato oficialista Aníbal Pinto.
Falleció el 25 de enero de 1886 en su hacienda de Santa Rosa de Colmo, cerca de Concón, dónde pasó los últimos años de su vida.
"La noticia del fallecimiento [...] consternó al país. Fue íntegramente un duelo de toda la nación [...] La prensa enlutó sus columnas. Los edificios públicos levantaron la bandera chilena a media asta. Las gentes exteriorizaban su pesar" (Orrego Vicuña, 1951: p. 420).