En Ciudades Maravillosas, varios fotógrafos y artistas se reúnen bajo la curatoría de Andrea Jösch y Luis Weinstein, con el objetivo de dialogar en torno a la relación fotografía-ciudad, a partir de una de las obras destacadas que se conservan de la producción fotográfica nacional, el Álbum del Santa Lucía (1874) de Benjamín Vicuña Mackenna.
Señalan los curadores que "El Álbum del Santa Lucía, contiene las fotografías realizadas por Pedro Adams (1831) con la mejor técnica de la época y un gran talento que perdura, en sincronía con el impulso modernizador de la época. Una pieza que nos interpela a dialogar desde la fotografía sobre las ciudades, sus luces y sombras. Ante las lecturas que hoy se pueden hacer de dicho álbum, podemos ver también hacia donde nos ha llevado el desarrollo".
En la obra de Andrés Durán se observan habitaciones/hogares adheridos en el reverso de estructuras publicitarias monumentales, que a su vez miran y se exhiben ante la ciudad desde lo alto, mientras nosotros vemos la perspectiva del absurdo y la precariedad que nos propone el artista. Mientras que Alejandro Olivares documenta a jóvenes que viven su adolescencia en los márgenes de Puente Alto, Nicolás Sáez propone un trabajo que comienza con la construcción de cámaras oscuras dentro de viviendas de la ciudad de Concepción, artificio óptico que le permite observar y registrar la proyección hacia el interior de las antenas celulares que se encuentran contiguas a esos hogares, invitándonos a tomar conciencia de nuestra fragilidad respecto del control, la vigilancia, incluso hasta de la radiación electormagnética, muchas veces difíciles de distinguir, que generan los sistemas de transmisión de datos que nos circundan.
Esta curatoría propone diferentes formas y soportes de lo fotográfico como mirada social, para elaborar sobre la diversidad que se reune en la ciudad actual. La Ciudad Maravillosa es donde vivimos cada uno de nosotras y nosotros, capital o región, costa o valle, reciente o histórica. A veces bella, otras no tanto, pero siempre sorprendente.
La muestra también contempla libros que dialogan con las obras. Citadino de Javier Godoy es un recorrido documental en blanco y negro por la ciudad del amanecer al crepúsculo; mientras que 2:00 AM de Gabriel Schkolnick es la puesta en escena en gran formato y a todo color con el decorado de la ciudad nocturna. En el encuentro de Ah! Los dias felices del artista Carlos Altamirano con Chile Ayer Hoy (1974), de autor desconocido, se juntan dos cuadras del Santiago de los años setenta, cuando la misma excavación del Metro sirve para escenario de los desaparecimientos forzados en una publicación, del orden y progreso en la vereda opuesta. Otro encuentro de múltiple sentidos y lecturas comienza con la edición Valparaíso (1991) de Sergio Larraín, publicación modesta y brillante que se ha instalado como un modelo clásico de fotolibro. La imposibilidad de acceder a esta obra provocó que FiFV ediciones propusiera dos versiones que se presentan en Ciudades Maravillosas.
Ricardo Brodsky, director del Museo Benjamín Vicuña Mackenna, señala que "esta exposición está abriendo una puerta para reflexionar desde la imagen fotográfica sobre las ciudades que habitamos y a la vez marca muy coherentemente el inicio del proceso que culminará con la reapertura de museo en septiembre, con una nueva exposición permanente centrada en el legado urbano de Vicuña Mackenna".
Ciudades Maravillosas permanecerá abierta al público hasta el 12 de octubre de 2019 en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo, segundo piso del edificio central. Entrada liberada.